"des de que ens han robat les paraules no podem dir més que mentides."

dimecres, 6 de març del 2013

nuevos holocaustos

yo era feliz. y era suave esa felicidad. suave. suave.
supongo que demasiado suave como para entender qué era eso.

pensamos a menudo -y casi podría decirse que es como un acto reflejo frente a la deseperación- que después de cada muerte, cada holocausto, cada guerra vendrá una forma de paz. que después de cada amor -o cada desamor que no es sinó lo mismo- vendrá un aprendizaje, una conclusión, un algo.

y ese algo llega de manera ineluctable.

y no es una conclusión sinó una pregunta que se suma a todas y cadauna de las preguntas que no hallaron respuesta. y se suma al dolor en la cabeza. en las sienes. detrás de los ojos.

soy la víctima y el verdugo -como siempre- pués aún no hallo el enunciado que me permita salvar la dicotomia entre acercarme a ti a todas las otras y otros o alejarme de mi.

me doy pena por seguir esperando que así, de una, surja la respuesta.