"des de que ens han robat les paraules no podem dir més que mentides."

dilluns, 29 d’abril del 2013

entera cridad, no media

era otro de esos días que, sin llegar a ser grises, no tenían mucho color. en el metro, amontonados, dejábamos que el trabajo y el miedo a perderlo decidieran por nosotros. yo esperaba que en el siguiente trasbordo bajaran al menos la mitad de las personas y me dejaran un poco de espacio para poder escurrirme entre las páginas de mi libro; quería huir y no ser como ellos. eramos extraños aunque compartíamos sudores y lagañas y el miedo, siempre el-mismo-miedo.
eramos tan y tan y tan intercambiables que la palabra mediocridad parecía recién significada. era eso nomás, y no podía ser otra cosa.
el mismo día repetido
el mismo día una y otra y otra vez más.
era extraño ver cómo, aún así, me creía diferente.
seguramente eso nos pasa a la inmensa mayoría: nos creemos diferentes. y nuestra exclusividad nos impide llegar a establecer ese punto de complicidad necesario para la empatía, para romper el aislamiento, para la solidaridad, para la rebelión.
y ahí estaba yo, creyéndome un poco más salvado que todos ellos y ellas, creyéndome algo mejor.

es extraño, hasta casi admirable, cuan fácil nos resulta observar en el otro toda una serie de carencias, imperfecciones. vemos a una mujer joven estirando o empujando un carrito y a un perro del tamaño de un gato y rápidamente nos aventuramos a suscribir debajo de ella un pie de página que reza: pobre infeliz. o cuando observamos atónitamente una pareja de engañados enamorados que en una tarde de domingo se apresuran a entrar con sus palomitas, su botellita que apenas da para un sorbo de agua helada y sus dos entradas de ocho eurazos, con nuestra cara de salvados, de vuelta de todo, de conscientes infelices -eso sí, conscientisísimos- y mierda por todas partes pero vendiendo humo y lo peor de todo -si se puede- es que nos lo compramos constantemente, tú a mi y yo a ti y al otro y a la de al lado. nuestro mundo imaginario de vendedores de humo y tinieblas. creyéndonos para siempre y por siempre
salvados.

que pena nos doy 
me damos.   


diumenge, 28 d’abril del 2013

..tatanet...

el invierno a vuelto. aquella anticipación del verano que ardió sobre mi piel ha sido sólo eso, un anticipo, una pincelada, una miel en los labios que ha hecho más dolorosa si puede la carga de una lluvia desmenuzada e intransigente que acompaña mi sensación, mi duda, mi miedo.

he despertado llorando sin llanto. alguien que anoche sólo me extendió una mirada, sólo una, me trasladó a un lugar en el que hacía tiempo no entraba. y el amor no es cosa de dos. menos aún el deseo. quería acariciar su piel y su pelo, su miel y sus sueños. quería que se volviera una y otra vez y una vez más y me recordara que aún seguía estando vivo o que podía volver a nacer de una u otra manera.
recordé la primera vez que la vi. era en una casa que no era mía aunque yo creía por ese entonces que sí. Juliette debía estar en algún lugar del mapa y ella estaba en un lugar impreciso entre el comedor y el patio con unos ojos enormes y profundos y una pregunta en cada lado de su cara. por ese entonces sólo te miré y archivé tu belleza para siempre.

necesito una caricia. necesito un beso suave. un amanecer una playa un día. y es tan grande tan y tan grande tan enorme mi carencia que me da miedo transformarte en algo que sólo yo he querido. 

voy a buscarte de nuevo aunque no seas tú. aunque deba volver con ello al humo en mis pulmones. aunque jamás vuelva el verano y aunque ponga el peso sobre ti de todas las mujeres que soy y siempre quise.

gracias y lo siento.

dijous, 11 d’abril del 2013

vi(r)ajes

desearía aprender a hablar
sin necesidad de usar pies de página,
pues como me dijo un amigo un día:
mi cabeza parece a menudo
una casa de citas.

dilluns, 1 d’abril del 2013

solamiente

no puede ser que quieras que me quede
sólo porque no quieres estar sola.
o tal vez sí,
tal vez sí que pueda ser.