"des de que ens han robat les paraules no podem dir més que mentides."

divendres, 28 d’abril del 2017

aun así

entonces, miré en el espejo y dudé por unos segundos.
había bolsas debajo de mis ojos y arrugas encima de los labios y en la frente.
había envejecido y tenía un poco de panza, pelos blancos en los brazos y una camisa de cuadrados azul.
aún así tú me querías.
no había encontrado demasiadas verdades por este largo caminar y aún me debatía en si estaba haciendo lo correcto. por aquel entonces ya tenía tantos lugares en los que había sido terriblemente feliz que ya no disponía de rincón alguno en el que no titiritar de frío ante la duda y ante la lejana angústia de la melancola. no disponía de lugares sin prefijos ni pies de página o apuntes.
aún así tú me querías.
y me costaba andar
y seguía con mis dolores de birutas de acero y me querías
y yo, por ese entonces, ya había aprendido -si algo había aprendido por ese entonces-a no tener que entender cómo podia ser que me quisieses a tu lado.
yo,
gordo, 
sudado 
y dudoso como siempre.
y aún así.

dimecres, 19 d’abril del 2017

permiso omiso

cómo una forma de exorcismo de esta empatía que me maltrata

no, ya no,
no te permito.
no te permito que vengas, que estés. ya no.
no te permito que aparezcas y me despiertes a las cinco y trenta y dos de la madrugada diciéndome entre sueños que aún me amas y desapareciendo de golpe como siempre has sabido hacer, barriendo sombras y succionando lo poquito que queda de este algo que ya sabe a nada.
no te permito que me vuelvas a doler,
no te permito.
no te permito que en cada rotonda recuerde el camino que me conduce a tu casa de te rojo y croquetas de mijo apelmazadas con avena.
no te permito volver a depositar mi confianza
o reir contigo no jamás ya nunca más, ya nunca. eres una mentira enorme que se expande.
y es tansolo que no lo has sabido hacer ni yo tampoco, pero basta.
no te permito que intoxiques mis pulmones con tu asfixia, con tu silencio condescendiente. dientes, dientes. y muelas y ni un solo ombligo.
no, no, no.
no te permito que aparezcas para recordarme que no estás ni has estado nunca, cuando mire hacia atrás o piense en mis hijos no nacidos. cuando vuelva a mirar absorto y sorprendido que no eres tú la que te atas al extremo umbilical de mi cuerda. o cuando recorra los espacios que, mierda, aun nos pertenecen y siguen repitiendo tu nombre agudo de hiena y de agujeros. de sola que absorve hacia su soledad hambrienta. comiendo niños que sornrien y tiemblan. abriendo y cerrando ventanas que chirrían. 
no te permito que irrumpas cuando esté amando. cuando utilice esa protección que dejaste escondida debajo de mi asiento con la única esperanza de agujerearme el estómago de un portazo.
no te permito que existas ya más para mi.
tú no eres ya tú, pués mi fantasia fué tansolo eso
y ahora estás ya muerta
muerta
y me duele que no estés sobretodo por pensar que habías estado
lo siento,
no sé si por ti 
o por mi
pero lo siento.

ojalá
ya
no. 

descansa en paz ahora que olvidamos nuestros nombres.

dissabte, 8 d’abril del 2017

odio y perdón

estaba generoso en rabia. empezaba desde hacia días a entender que todo aquel dolor tenía un origen y que no era tan extraño del que yo, a primera vista, había intuido. odio, rabia y dolor, mucho dolor.

en las películas siempre acudían a pedir perdón pero ya hacia demasiado que esto no iba a dar ningún giro inesperado. era así de llano y punto. no había amor, por un lado, no había amor. y entonces todo se descomplegizaba, pero, ¿por qué extraña razón había intentado convencerme de que yo no lo había hecho bien?, ¿de dónde emanaba aquel extraño sentimiento macabro que la empujaba a querer conferirme este dolor?, o peor, ¿por qué no pedía de una vez por todas una sincera y sentida disculpa?
que te den, sí, que te den.
estoy harto de justificarte
harto de ponerme en tu lugar, eres mala porque haces mal. y no sé si quieres, pero haces y nada por evitarlo...¿y aún quieres que suene a algo más que a hueco la palabra amiga? 
la amistad es algo que no rima con tu individualismo. y tu dirás que das, pero tu individualismo no está en que no seas generosa, sino en que no has aprendido ni sabes entregarte.
y yo no he valido la pena para que hicieras el esfuerzo, por eso me enfado y verdaderamente el perdón, tal vez, deba dármelo a mi por estar siendo y haber sido una y otra vez tan estúpido y pueril y fantasioso.
perdón Pau, perdón. por haberte conducido de nuevo a este holocausto de abrazos y miradas que no llegan.
perdón Pau, perdón. por no haber aprendido a discernir una caricia de una condescendencia. 
odia y perdona
pues es triste la pena de quien te ha forzado a dejar de amar.