es extraño,
en estos tiempos
que corren
ya,
casi nadie, vuela.
un poco -tal vez un poco- más pequeño que estos días, pero tal vez un poco, solo un poco decía, le decía, le dije y ella impasible como entonces y como ahora, con su tez de fieltro, con su distancia inagurada cada día, absorta, desalmada y impenetrable-inabarcable-lejana, hacía ver como que escuchaba pero solo se revolvía con un miedo y dolor punzante asemejado al mío o tal vez absolutamente diferente:
estar?, estar se puede estar a medias
pero no estar:
no estar solo se puede estar completamente.
las palabras,
ellas, sí,
las palabras solo hablan
aquello que no pueden llegar a decir.