"des de que ens han robat les paraules no podem dir més que mentides."

dijous, 27 de desembre del 2012

anónimos y antónimos

es curioso
es un poco más que curioso
me atreviría a decir -y de hecho me atrevo, no por valentía sinó tal vez por anonimato-
que por más que busque no encuentre
que de libertad
nadie me dé como antónimo
el miedo.

dissabte, 22 de desembre del 2012

llagas

yo no sé si soy o ya he dejado de serlo
si vuelvo o aún permanezco anclado a todas y todos mis demonios
si mi soledad busca imposibles soledades y a la vez
una revolución que no me necesite.
si vengo de la nada o hacia ella avanzo 
con un terrible crepitar de zapatos roídos y de pies
de naves, absurdos, cobijos, agujeros,
mentiras que me invento con la clara intención 
de no irme a dormir cada noche temblando, tiritando, de miedo y frío,
frío y miedo,
y a la vez.
estoy solo, sólo solo
y eso resuena y suena con la clara intención 
de adueñarse de mí y mirar de convencerme
-convirtiendome en mi infierno, supurando llagas-
que tengo que aprender 
a no necesitar de ningún amor.
 

dimecres, 19 de desembre del 2012

Ventana sobre el espejo

Hoy vuelvo a ser mi esquizofrénico objeto de estudio.

Ventana sobre el espejo 

Solea el sol y se lleva los restos de sombra que ha dejado la noche.
Los carros de caballos recogen, puerta por puerta, la basura.
En el aire tiende la araña sus hilos de baba.
El Tornillo camina las calles de Melo. En el pueblo lo tienen por loco.
El lleva un espejo en la mano y se mira con el ceño fruncido. No quita los ojos del espejo.
--¿Qué hacés, Tornillo?
--Aquí--dice. Controlando al enemigo.


Eduardo Galeano, Las palabras andantes.


dilluns, 3 de desembre del 2012

re vueltas opacas

vuelvo al miedo.
el miedo vuelve
a mi
convencido de algo punzante, transparente
inocuo a veces.
vuelvo al miedo
de sentirme desnudo
pobre
abatido
intentando decir algo que valga la pena
intentando decirme algo con lo que emerger de este baño de días viscosos de mohos y de vinos
intentando ando
intentándolo
vuelvo al miedo y no es tan fuerte
como aquellos días en los que me era preciso naufragar
huyéndome de mi en todas partes
en cualquier rincón, cualquier acera
con la que poder repetir tu nombre desletanizador.
vuelvo al miedo como refugio
como un absurdo me dirijo hacía él y vuelvo al miedo
por miedo de volver, pisando pasos,
hacia mi.