"des de que ens han robat les paraules no podem dir més que mentides."

dimecres, 27 de novembre del 2013

danzando ando

no me creas si te digo
no me creas cuando miento
no me creas
no me creas.
mi necesidad es tanta que te engañaré con tal de que te quedes esta noche aquí, conmigo.
de que tomes un café. de que te des vuelta en la cama. de que me mires. o de que hagamos el amor o la revolución que es casi, casi, casi
lo mismo.
mi necesidad es tan grande como lo tuya, no me atrevo a decir más ni menos, ni tan siquiera igual. es tan enorme.

alguien me pregunta cómo bailo. así, respondo en silencio. buscan gestos y a mi me importa un cuerno la belleza o el movimiento y miento y miento y miento. porque me importan y aún ando anclado ahí, pensando que bello es lo que sabe a belleza. y ya Artaud nos avisaba. y yo casi a regañadientes asentía pero solo con la cabeza. busco sin quererlo tu aprobación y no hay quien me libere de todo ello.
aunque quiera estar loco no lo estoy y es por eso que miento. buscando complacerte para no quedarme solo. 
y entre el miedo a la soledad y el miedo a no parar de repetir sandeces ando ando ando. no me quiero quedar quieto. 

dijous, 21 de novembre del 2013

hay otra, hay otra ciudad

hay una soledad que se expande. ocupa espacios que antes nunca antes. que no existían. y los vacía. sorbiendo. pausadamente. los engendra para poder a la vez y al mismo tiempo absorberlos y anularlos. espacios que nacen para dejar de ser. dejar de ser para ser lo que queda. ausencias. emmedio del pecho. encima del estómago. ahí. en todas partes.

miro en una cafetería el rostro quemado y arrugado de una mujer que mastica su café con leche y que aprecia con cuidado y sigilosamente cómo hace días que dejó de pensar que la vida se le había escapado. agonizando pero sin dolor sin miedo sin esperanza. sin prisa por que aparezca la guadaña. yo mientras recuerdo que es preciso odiar a la gente que nos quiere mal. no a la que nos hace, a la que nos quiere. a aquella que necesita hacernos daño para saber que existe. a aquellas que merecen todas y cada una de las agujas de nuestro desprecio. una vocecita lo repite para que me acuerde; porque tengo tendencia a olvidarlo.

la soledad, la soledad, la soledad. y yo miro de encontrarte en cualquier lado. inventando excusas para que llenes todo este vacío. todo. y todo no es solo demasiado. es imposible. sencillamente. terrible es la responsabilidad en la que te sumo muchísimo antes de haberte ya encontrado. condenada de antemano. ya enterrada. peor aun cuando pienso que esta soledad es una enfermedad de la cual yo tengo el remedio. y que me bastaría a mi mismo para llenar este agujero que se abisma. a veces, en un ataque de desesperación y travestido de cordura, he llegado a engañarme con ello. soy bueno en el arte de la persuasión. 
son horribles los lugares a los que nos empujamos.

lo peor de esta soledad es que haya tanta y tanta y tanta gente por todos lados encima debajo a un lado en las aceras o en el camino que lleva al baño. 

me pregunto si alguna vez fue diferente o es tan solo que la apatía nunca se escribe en los mapas que uno hace y es por eso que no queda en los culos de la historia. en sus anales.

es triste, me digo. si alguna palabra existe en esta ciudad, esa es la mediocridad de los seres diminutos como vos.

dimarts, 19 de novembre del 2013

descubrimiento

yo quería saber qué había allá fuera. quería saber. quería saber qué se escondía detrás de las palabras no dichas de la gente, detrás de los párpado caídos y las manchas de sangre que no se ven pero se huelen. quería saber por miedo a volverme de a poquito una de ellos, uno de ellas. quería llegar a algún lugar con luz en el cual sentirme de golpe salvado. quería poder poder decirme y no volver nunca jamás a este mismo lugar oscuro. 

hay ojos entre la gente que me mira que me hacen agachar la mirada. y cuando la levanto con preguntas ya no están ahí. se han ido.

ayer hablando con Elena vi que no me escuchaba. pero quien era yo y por qué estúpida razón debía ella escucharme. al fin y al cabo yo también hablaba para mi. dándome consejos que nunca tengo del todo en cuenta. recetando remedios que sé que no sirven ni a fuerza de repetición. diccionario para amar en minúscula. modelos para desarmar. o desamar, que es lo mismo. 

después de días y días y días lloviendo vuelve a salir el sol y quema y quema y arde. toda la ropa me sobra y me decido por un mar recién descubierto. ¿sabías que Barcelona tiene mar?, yo hasta hace bien poquito no.

transeúnte me hundo hondo en el asfalto. hacía abajo donde ya no hay más.

dimarts, 12 de novembre del 2013

elogio de los seres cotidianos

con sus imperfecciones, con sus dudas, con sus miedos. con los nuestros.
a veces son capaces de hacernos temblar de frío y otras de recordarnos que aún existe una enorme aunque pequeña posibilidad. los seres cotidianos. que compran el pan y hacen el amor y se despiertan casi cada día y a la misma hora. que se pierden en los supermercados o acuden a una manifestación si es que ese día toca; después cafetito y para casa, ¿o aprovechamos ya que estamos en el centro y nos pasamos por el Decathlon? los seres cotidianos que nos acarician y nos abofetean y aveces todo esto en un segundo o una hora nunca en más. los seres cotidianos que disfrutan con el twiter o con algún famoso igual que con el último discurso de la monja Forcadas. seres cotidianos que no piensan demasiado por que cansa y es cierto y no les falta razón. ¿para qué? seres cotidianos que piensan en sus lugares diminutos tan diminutos como los nuestros y en que su mundo es grande porqué allí ocurren grandes cosas como inicios y desperdicios y maldición. seres que por ser son. seres cotidianos como tu y como yo. que son otros y los mismos con los que contamos
y con los que no. 

hasta uno
hasta dos
o hasta cero.  

divendres, 1 de novembre del 2013

agujeros y agujeros

cada cierto tiempo me agujereo. todo sentido se pierde, toda dirección. los colores se atenúan y me siento estorbando en cualquier parte. aquí y allá. allá y aquí.

es tanta tanta tanta nuestra necesidad que tengo miedo de estar mintiendo a todas horas.

un dolor de humo incrustado me despierta en mis pulmones y este terrible dolor de espalda que persiste como si tuviera un radiador en las entrañas. un motor con ruido. un extractor de virutas de acero. me aplasta el tedio y la desgana y es peor si cabe que ahí afuera haga un día terriblemente fantástico. con sol y todo.

voy a volver, sé que será pronto. pero también sé que aún no es hoy.