a veces me descubro imaginándome, apenas un pequeño, un diminuto instante, que después de abrir en dos este tomate
tendrá sabor a tomate.
y me maldigo
me maldigo por seguir aquí
esperando que el tomate tenga sabor a tomate
como por arte de magia
condenándome a la prestidigitación de días que no llegan
que solo intuyo en la ausencia
en esta falta.
y salgo a repasar plazas y miradas
con miedo de salvarme
con miedo de perderme en la mentira.
3 comentaris:
te gusta la sandía?
me da miedo cuando se pudren al lado de los caminos. impacientes. esperando. aguardando un alguien que no llega y les da algún sentido. pero ellas estan ahí. y que yo no les de un sentido no quiere decir que no lo tengan.
Un día alguien de una comunidad indígena de Oaxaca le dijo a Pedro Garcia Olivo la historia del maiz, la historia de por qué el maiz llora.
y a mi me costó comprender. y aún me cuesta.
contestas eso a tu pregunta?
Cuentan que cuando Eva provó la manzana la votaron del paraíso y la condenaron al asfalto.Pero capaz que simplemente fuera libre, no?
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