"des de que ens han robat les paraules no podem dir més que mentides."

dilluns, 23 de març del 2015

haches intercaladas


entonces ella imaginaba. con los ojos bien cerrados, apretándolos para que no se escurriera ningun hilo de luz, ella imaginaba. ella imaginaba que en cada mañana había un beso. que en su niñez del aún por descubrir de casi todo, había una madre que la acurrucaba despacito y metía sus dedos enormes entre el cabello castaño de aquel pequeño regalo de los dioses. ella se imaginaba que su padre volvía de algun lado y que entre sus manos había una coballa de orejas enormes y sin jaula, ella imaginaba. un piso menos alejado del bulicio. una primera planta, un patio y unas manos que decían aquí-estoy-ve-pero-vuelve-te-quiero. y un enjambre de petalos en flor. y un espejo sin gritos. y una uraña y gastada mano en la que apoyarse al volver del colegio. entonces ella imaginaba que aquel miedo fué un invento y que fueron otras personas las que habitaron esos cuentos y mirar por la ventana y siempre los niños tan lejos. ahora ella imaginaba y ya no eran imaginaciones suyas, eran imaginaciones lo que un día imagino pero no esto. esto ya fué, porqué los ojos no cierran ya con tanta fuerza. amor si digo amor. amor, si digo amor. 

hay cajas apartadas en las que meter todos los puntos suspensivos. 

Como decía Boris Vian: L'histoire est entièrement vraie, puisque je l'ai imaginée d'un bout à l'autre.

y yo te miro, semana tras semana, a pedacitos. para que me expliques más historias imaginadas.

h.